Escribir para vivir - Vivir para escribir

Hoy no voy a publicar un relato o un micro-relato. Hoy simplemente voy a contar porqué escribo y porqué te lo recomiendo.

Por Escrito, Escribir, Persona, Papeleo, De Papel

Me recuerdo en casa de niña escribiendo sin cesar, una noche tras otra, un diario tras otro. Creo que mi madre aún guarda esa caja llena de libretas y hojas en el garaje, las cuales espero leer algún día. Escribía porque me relajaba, porque podía encerrarme en mi cuarto y plasmar todo lo que sentía, todo lo que quería, y al mismo tiempo pensaba en el día en que volviera a leer esas páginas, sería alucinante.

No sé si también ha sido tu caso, si eres de escribir o tus hobbies van por otros derroteros. Al menos sé que leer te gusta, porque me estás leyendo y eso me hace muchísima ilusión. Pero te aseguro que leer lo que tú escribas es también muy gratificante. No te hablo de publicar nada abiertamente sino de escribir para ti, como terapia principalmente. 

  • Plasmar sentimientos en una hoja en blanco te ayuda a desahogarte, sí, pero no sólo eso: te ayuda a afrontar las diferentes situaciones de tu vida de una forma más sana.
  • Te conoces más. Haces introspección cada vez que escribes, por lo que las emociones más profundas salen a la superficie y te puedes sorprender de ti mismo/a pensando, analizando y buscando soluciones a acontecimientos que con anterioridad habrían pasado desapercibidos.
  • A raíz de lo anterior, creces emocionalmente, tienes otras perspectivas, aprendes de experiencias pasadas y afrontas la actualidad con otras tácticas en los bolsillos.

Puedes escribir del pasado, del presente, de futuro, de lo que esperas de la vida, de un mal rato que has pasado, puedes ir dándole forma a tus sueños, ... Hay tanto que se puede conseguir con solo escribir 10 minutos al día que te sorprenderás. Quizás no sepas por dónde empezar, o puede que te quedes con un sabor agridulce de la sesión de escritura al acabar. Te aseguro que si te ocurre esto, estás evolucionando como persona.

Al principio te costará, como todo lo que se empieza a hacer de nuevas. Para que te resulte más fácil, procura un ambiente tranquilo, relajado, sin prisas, con música ambiente o como mejor te sientas contigo mismo/a. Cógelo de rutina, como ese tiempo que dedicas a leer o a hacer yoga.

Si te cuesta enfrentarte a un folio en blanco, reduce el espacio de escritura. Practica con una libreta pequeña, de notas incluso o un post-it.  A veces solo basta con una frase o una palabra para englobar lo que estás sintiendo. Empieza por ahí y luego poco a poco y sin que te des apenas cuenta, estarás escribiendo hojas y más hojas seguidas. Que por cierto, actualmente mi diario es digital, puedes también probar este formato si te gusta más, cada uno debe asegurarse su mejor estrategia. 

Y por todo esto escribo y te lo recomiendo. De ahí también el título de la entrada de hoy, porque a veces no sé si escribo para vivir, o vivo para escribir.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Un mes como cajera

Mirando atrás

Micro-relato #reto5lineas Abril 2019 - Corazón desbocado