Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2020

Escribir para vivir - Vivir para escribir

Imagen
Hoy no voy a publicar un relato o un micro-relato. Hoy simplemente voy a contar porqué escribo y porqué te lo recomiendo. Me recuerdo en casa de niña escribiendo sin cesar, una noche tras otra, un diario tras otro. Creo que mi madre aún guarda esa caja llena de libretas y hojas en el garaje, las cuales espero leer algún día. Escribía porque me relajaba, porque podía encerrarme en mi cuarto y plasmar todo lo que sentía, todo lo que quería, y al mismo tiempo pensaba en el día en que volviera a leer esas páginas, sería alucinante. No sé si también ha sido tu caso, si eres de escribir o tus hobbies van por otros derroteros. Al menos sé que leer te gusta, porque me estás leyendo y eso me hace muchísima ilusión. Pero te aseguro que leer lo que tú escribas es también muy gratificante. No te hablo de publicar nada abiertamente sino de escribir para ti, como terapia principalmente.  Plasmar sentimientos en una hoja en blanco te ayuda a desahogarte, sí, pero no sólo eso: te ay

Zona de Confort

Imagen
Esos momentos en la vida en los que no sabes si quedarte o salir corriendo, en los que no sabes qué será mejor para ti, pero que a la vez, muy en el fondo de tu alma, tu interior te dice a gritos lo que debes hacer, por mucho que no lo quieras escuchar. No puedes silenciar tu voz interior, no puedes hacer oídos sordos a tus necesidades, deseos e inquietudes. No puedes porque te puede pesar en el alma toda la vida, porque sabes que te va mucho mejor cuando haces caso a tus emociones, ellas nunca se equivocan.  No puedes quedarte y a la vez irte, no puedes tener comodidad y a la vez más felicidad, las grandes cosas nunca ocurren en la zona de confort. Hay que pegar el salto, arriesgar. Sí, tendremos que dejar atrás lo conocido y sumergirnos en la incertidumbre, tendremos que abandonar lo rutinario y adentrarnos en un bosque lleno de misterio.  Quien quiere celeste que le cueste, me decía mi madre siempre. Cuesta la tranquilidad, cuesta la confianza, la fortaleza. Cuesta la comod

Perfección y sufrimiento

Imagen
Siempre me ha gustado el ballet. Mentira. Amo el ballet, me apasiona esta disciplina. Lo practiqué desde niña hasta que tuve 18 años, cuando tuve que elegir entre seguir con tobillos o seguir bailando en puntas en semanas alternas, ya que cada 15 días tenía alguna pata tiesa. Sufría mucho cuando no me salía un paso, cuando iba a destiempo aunque fuera un milisegundo, cuando no me estiraba los suficiente, cuando mis huesos no me seguían el ritmo. Pero tuve que elegir, o salud o pasión, y es una decisión muy difícil, créeme.  Al cabo de los años, he comprendido porqué me ha gustado siempre este arte, y aunque después he seguido practicando otros tipos de baile, ninguno me mueve el alma como el ballet. Esta disciplina, es exactamente eso, una disciplina. Nunca puede ser un hobby, nunca puede ser un deporte para "mantener" el tipo. Requiere total entrega y exigencia, para llegar a ser todo lo bonito que puede ser expresar todo solo con tu cuerpo, sin articular palabra.