¿Pareja? sadomasoquista
Bianca y Álvaro llevaban 4
años juntos. En ese tiempo habían tenido ocasión de hacer muchas cosas, habían
compartido muchas experiencias, risas pero también lágrimas, como cualquier
otra pareja normal.
Sin embargo, en la mente de
ambos rondaban malos augurios. Se querían mucho y se echaban de menos apenas se
separaban después de pasar el día juntos, pero fallaba algo. Ellos sabían que
ninguna pareja es perfecta y que todas tienen sus altibajos, pero aún así
tenían alguna duda.
Las discusiones normalmente
se daban por una razón. No se entendían. Si él quería salir, ella prefería
descansar; cuando ella proponía pasar el día en la playa, a él no le apetecía.
Y con estos desencuentros acababan chocando siempre, y seguidamente venían los
reproches: que si tú no me entiendes, que si no me tienes en cuenta, que si no
te pones en mi lugar…
Una noche, la pelea fue tan
fuerte que con las palabras se pegaban, dañaba más un solo vocablo que el derechazo del mejor boxeador del mundo. Ahí se dieron cuenta de que era
imposible seguir como pareja si no se entendían, si no utilizaban la empatía
como medio de entendimiento, si no se aceptaban tal cual era cada uno, con los
gustos y preferencias de cada cual, compartiendo cosas que no sólo le guste a
uno y respetando el espacio del otro.
Esa misma noche cayeron en
la cuenta de que habían sido rivales más que pareja, que habían estado practicando el sadomasoquismo todo ese tiempo,
sin utilizar ningún utensilio, sólo con sus palabras, acciones y omisiones.
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