Paisajes
No hay un paisaje que me guste más, que más calma me dé, que más me haga soñar. Reflexionar, disfrutar, sonreír, volar, despertar, otra vez disfrutar. No me cansaré nunca de buscar sus colores y sus relieves. Sus gentes, su agua salada, su sol, sus mares de plástico.
Mi niñez recorre estos paisajes, creyéndolos eternos. Mi madurez los recuerda con nostalgia. Mi vejez espera volver a verlos.
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