Fortaleza

Y de pie, rota por tu indiferencia, me paro y miro en mi interior, buscando ese coraje que alguna vez me ha caracterizado. Mi madre siempre me decía que quien busca encuentra, y por supuesto ahí estaba, no me había abandonado. No te preocupes. Ya me he rehecho una y mil veces, contigo no iba a ser diferente. Te sobreviviré y tú no estarás aquí para verlo, porque no eres lo suficientemente valiente como para eso. Adiós.

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