Mi color preferido: tus ojos


Cada vez que la duda me ha asediado, toda vez que he sentido presión en mi pecho y que la pesadez de mis piernas no me ha dejado avanzar, tus ojos me han liberado de mi inminente apocalipsis.

Me hundo en ese verde pradera y comienzo a respirar sin que mis inspiraciones se oigan entrecortadas. Tus pupilas apuntar hacia mí, atentas a mis palabras y mis gestos, intentando adivinar qué es realmente lo que me roba el sueño.

Cuando al fin descubren, con mayor o menor  dificultad, la causa de mis desvelos, el verde de tu iris se hace más intenso, dándome aún más esperanza si cabe y haciéndome ver las situaciones con más positividad. Tus pestañas, curiosas y divertidas, me dan esa chispa que a veces me falta, esa energía necesaria para afrontar la rutina diaria y también los sobresaltos puntuales.

Esos verdes ojos son dignos de engarzar en la joya más preciada y no tendrían nada que envidiar a las esmeraldas. Son esas ventanas abiertas al mundo por las que yo me asomo e inhalo aire fresco, renovado, limpio, que me aporta la serenidad que no poseo de forma innata.

Cuando esa luz verdosa que me ilumina cada día se apague, no seré capaz de ver con tanta claridad la vereda por la que he de caminar hacia mi meta particular. Mi mundo se perderá entre la oscuridad de tu ausencia y únicamente tu recuerdo me mostrará de forma tímida y muy sutil que debo seguir en mi empeño, y de esta manera, perseguiré ese verde tuyo hasta la eternidad.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Un mes como cajera

Mirando atrás

Micro-relato #reto5lineas Abril 2019 - Corazón desbocado